lunes, 19 de octubre de 2009

La difusa frontera de lo personal.

La difusa frontera de lo personal. Enviar un e-mail personal desde la oficina, pedir un documento privado, utilizar alguna red social..., ¿quién no lo ha hecho? Sí, es una invasión de lo personal en la empresa, pero ¿quién no ha interrumpido la conversación con un amigo a la hora de comer por la llamadita del móvil - ¡perdona, aquí no hay cobertura, ahora vuelvo!-o ha estado pendiente de la Blackberry a las once de la noche? Lo profesional también invade el terreno personal. ¿Una contraprestación? Lo cierto es que en muchas profesiones la frontera entre lo familiar y lo laboral, a pesar de los esfuerzos realizados para conciliar ambas vidas, se ha difuminado mucho, cuando no ha desaparecido.

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